En todos los deportes aparecen multitud de lesiones que se producen de manera habitual y que, además, tienen en común su etiología porque se trata de deportes de impacto. Un deporte de impacto es todo aquel en el que nos desplazamos a través de nuestros pies y en el que existe un contacto directo entre éstos y el suelo, ya sea corriendo, saltando, andando, etc… Y el pádel está dentro de este tipo de deportes.
Padel Spain .- Entre dichas lesiones, algunas de ellas son especialmente temidas debido a su gran incidencia, su rápida instauración y su lenta evolución. Ese es el caso de la que nos ocupa en este artículo: la periostitis tibial.
La periostitis es la inflamación del tejido que rodea al hueso o periostio (peri- alrededor; -ostio- hueso; -itis inflamación). El periostio es una fina capa de tejido fibrovascular que rodea al hueso, protegiéndolo y nutriéndolo, y sirve de sostén para la inserción de tendones y músculos. Nos centraremos más en la periostitis tibial porque es la más común ya que el impacto que llevamos a cabo contra el suelo produce un efecto rebote que es absorbido por el sistema de amortiguación del pie, pero que tiene en la tibia el primer punto de menor absorción… Es por eso por lo que es más sensible a sufrir una irritación y posterior inflamación.
Un traumatismo directo sobre la tibia puede originar una inflamación de la zona y generar una periostitis aguda, pero remite a los días ya que la causa sólo ha tenido relación con el golpe. Lo más común es que se trate de periostitis relacionadas con un mal entrenamiento o un exceso de actividad y su evolución será más progresiva, lo que nos puede servir para regular tanto la calidad como la cantidad de nuestra preparación.
Los síntomas más significativos de esta patología son infamación local y dolor insidioso al llevar a cabo la actividad. El impacto repetitivo del pie contra el suelo obliga a la musculatura correspondiente a realizar un trabajo de amortiguación, de manera que tanto la tracción de dichas inserciones musculares como la compresión de la masa muscular en contracción, hace que aparezca un sufrimiento excesivo en el periostio.
Además, cuando cualquier persona comienza a practicar una actividad deportiva existe una tendencia al engrosamiento de la masa muscular, lo que aumenta la presión de los tejidos sobre el periostio, poniendo de manifiesto los síntomas anteriormente descritos.
Factores de riesgo
Ya sabemos que existe mayor riesgo de sufrir una periostitis tibial en los inicios de la actividad deportiva, o si nos entrenamos mal o en exceso. Pero existen más factores que lo pueden originar o incrementar:
Tratamiento
Conociendo cómo aparece este problema podemos ayudar a prevenirlo, pero si aún así no incorporamos rutinas de masaje y estiramiento de la musculatura implicada, es muy probable que aparezcan sobrecargas, tensiones y, en general, un aumento del tono muscular que puede evolucionar en una periostitis tibial. Hay que tener en cuenta que el jugador de pádel está constantemente en flexión de rodillas esperando la siguiente jugada, y normalmente ésta se ejecuta con un fuerte impulso para correr, saltar, frenar, etc., lo que aumenta constantemente la tensión de la musculatura implicada.
Ante la aparición de los síntomas la primera medida a tomar es el reposo deportivo y hay que tomárselo en serio porque, si no partimos de esta base, no habrá una evolución positiva. A continuación, debemos revisar la calidad y cantidad de nuestros entrenamientos, las zapatillas así como la técnica empleada.
Si los síntomas no remiten lo mejor es acudir a un fisioterapeuta para que lleve a cabo una exploración, conseguir encontrar la causa y planificar un tratamiento según el caso. Sesiones de terapia manual, electroterapia, vendajes e incluso la utilización de plantillas o taloneras de descarga pueden ser medidas suficientes para que remitan los síntomas. También hay que tener en cuenta la posible visita a un podólogo para hacer un estudio de la pisada por si fuese necesario algún tipo de corrección.
Lo que siempre debemos tener en cuenta es que los síntomas no remitirán si no le damos importancia al reposo deportivo.
Alberto Marquina Rodríguez
Expansión y Desarrollo Fisiosalud+
Fisioterapeuta colegiado nº 2.973