La pista despide a Ceci Reiter: adiós a la garra y a la entrega innegociable hechas jugadora de pádel
Padel Spain.- Este año se está convirtiendo en un lento goteo, en un desfile, de despedidas. Ya anunciaron que colgaban la pala como profesionales Seba Nerone, Maxi Grabiel o Alba Galán, y ahora le ha llegado el turno a una jugadora que ha marcado una época, Ceci Reiter.
Jugadora camaleónica, pues todo lo que fuera de la pista era simpatía y cercanía, dentro se convertía en un animal competitivo, muestra de su gen argentino.
Ganadora nata, no rehuía un choque, una de esas que siempre quieres en tu equipo, tanto en los días buenos como en los malos en los que hay que remar en la misma dirección.
Su palmarés habla por sí solo, habiendo sido una de las precursoras de la evolución del pádel femenino gracias a la cobertura de espacios y al empuje que generaba. Ceci Reiter era entregada al deporte, a su equipo de trabajo y, por supuesto, a sí misma. Pura fuerza y sentimiento, ADN de número 1, el que ostentó durante cuatro años junto a su inseparable Carolina Navarro, pero también maestra con otras como Ana Fdez. de Ossó, Esther Carnicero, Julieta Bidahorria o Julia Polo.
Junto a la citada Carolina formó una de las parejas de mayor éxito del pádel femenino, logrando un récord de casi 40 victorias consecutivas (36 en el año 2012), un total de 24 torneos internacional, el título de Maestras en el Master Final de ese mismo año, campeonas del Mundo por parejas (también en 2012) y, por supuesto, el mejor premio de todos: contar con el cariño y respeto del público, de las rivales y compañeras, pero también de los chicos.
Una zurda infatigable en la entrega que ahora vivirá alejada de las pistas al máximo nivel competitivo y que en los últimos tiempos, pese a que las lesiones y los malos resultados han lastrado su rendimiento, nunca se ha rendido ni dejado de pelear, nunca ha bajado los brazos, buscando superarse constantemente y entrar con la máxima ilusión a la pista.
La mitad del 'Team CyC', con su inseparable banda en la cabeza y con sus gritos de ánimo, da un paso a un lado, pero no para echarse hacia atrás, sino para tomar impulso y enfocarse en nuevos proyectos esperamos que ligados al pádel.
Gracias por habernos deleitado con tu entrega, tus sonrisas y tus gritos de ánimo, gracias por haber enseñado a tantas el camino y haber sido espejo de otras grandes jugadoras. Gracias por haberte dedicado a este deporte.
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