Padel Spain.- A través de nuestra colaboradora Mónica Montes, 'La Víbora del Pádel', vamos a desgranar la figura de otra jugadora que en el pasado Master de Valladolid hizo historia. Si ayer os hablábamos de Andrea Ustero y su fenomenal crecimiento en el torneo, ahora es el turno de hacerlo de Bea González, el talento puro llegado desde Málaga.

Junto a Mónica os contamos cómo ha sido la explosión definitiva de Bea desde que llegó al profesionalismo y cómo es ya una de las grandes figuras del pádel femenino actual.

Aquí os dejamos con su análisis:

La malagueña Beatriz González, conocida como ''La perla del Palo'' se convirtió el pasado domingo en la jugadora más joven en ganar un título World Padel Tour de categoría Master tras derrotar a las número 1 en semifinales y a la pareja número 2 en la final, con apenas 21 años de edad en su DNI.

Pero no solo eso, sino que Bea González también ostenta el récord en ser la más joven en conseguir un torneo Open del circuito ya mencionado, cuando lograba en 2020 su primer título como profesional en el Open de Madrid con sólo 18 años. Registros que demuestran su talento y compromiso.

Anteriormente ya sabía lo que era ganar finales, ya que había conquistado dos títulos Challenger con la que actualmente forma pareja, Delfi Brea. A esos triunfos, se suman seis más logrados durante su etapa con Martita Ortega, lo que hace un total de nueve: un Master, cuatro Open y cuatro Challenger.

Debutó en el circuito profesional con sólo 14 años y hoy en día es una de las jugadoras que más espectáculo ofrece en la pista por su lectura de juego y su valentía. Y es que cuando Bea González juega suelta, es una de las jugadoras más peligrosas del circuito debido a su pegada y a su carácter ofensivo, a su físico privilegiado y gran envergadura, siendo muy complicado superarla por abajo y casi imposible por arriba. Se siente cómoda en la red y no duda en atreverse con los tiros más arriesgados como la dejada o la dormilona.

Conocedora de que puede fallar muchos más tiros que sus compañeras, es consciente de que también puede elevar su número de golpes ganadores gracias a su pegada, las dejadas, las bajadas de pared y sus ángulos imposibles, un desparpajo increíble que acompaña siempre de una sonrisa, un juego suelto y sin las ataduras propias del compromiso táctico pero con la capacidad de sacrificio necesaria cuando el partido lo requiere. Un alma libre que puede someterse a los designios de la pizarra.

A sus 21 años, ya ocupa la quinta posición en el ranking World Padel Tour, suma dos títulos esta temporada y tres finales. No sabemos cómo ni cuándo, lo que sí tiene claro la malagueña es que quiere que su proyecto con Delfi Brea sea eterno y juntas poder optar a la lucha por el trono del pádel femenino. Argumentos tienen pero falta el escollo más grande, superar a las dos parejas superlativas que están por delante. ¿Serán capaces de conseguirlo? 

¡Mucha suerte!

Fotos: RRSS jugadora y Word Padel Tour

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