La primera semifinal femenina enfrentaba a las parejas 5 y 7 del ranking, dos recién formadas, cuatro excompañeras que hasta hace muy poco defendían intereses comunes y que, por eso mismo, tenían cuentas pendientes.
Martita Ortega y Tamara Icardo se veían con Alejandra Alonso y Claudia Jensen, que querían golpear tras ser cambiadas hace unas semanas por proyectos diferentes. Y lo intentaron, pero se toparon con dos muros muy sólidos.
La defensa de la madrileña y la valenciana fue una constante todo el partido (especialidad de la primera) y desde ahí construyeron su triunfo, saliendo cómodas desde atrás para llegar a la red y ahí hacer que Icardo dominara.
Alonso y Jensen propusieron con su juego desde los primeros compases pero nunca tuvieron opciones de romper el servicio rival, lo que acabaron pagando con un break en contra que les dio mucho aire a Ortega e Icardo (6-4).
La reanudación tuvo un dominio mucho más claro, porque el golpe recibido por la española y la argentina se acusó sobremanera; no encontraron Ale y Claudia el mismo rendimiento, se perdieron en proponer y su defensa cada vez tenía más agujeros, algo que utilizó la pareja nº5 para abrir camino y sentenciar el encuentro. Sin freno, rompieron desde el resto y obtuvieron el definitivo 6-4 y 6-2 que les mete en su primera final como pareja.
Bea González consigue ser profeta en su tierra
El Martín Carpena se abría de par en par para ovacionar a su jugadora, a la ‘Perla del Palo’ que, junto a Claudia Fernández quería seguir viva en su tierra, máxime teniendo en cuenta que las cuatro principales espadas estaban eliminadas. Eso sí, las rivales eran complicadas.
Porque por un lado estaba el resurgir de Alejandra Salazar y por el otro la explosión de talento de Martina Calvo (actual Jugadora Revelación en los PadelSpain World Padel Awards); ambas se presentaban sin nada que perder y con mucho que ganar pero el guion pensado no les salió como esperaban.
Delante se encontraron una pareja a la que todo les salía y que jugaba muy suelta, sin la presión de tener que rendir ante su público aunque en realidad fuera lo contrario. Salazar y Calvo no encontraban resquicios para colarse y ni la pillería de una ni la experiencia de la otra les permitían hilvanar más de tres o cuatro jugadas, lo que se tradujo en un saco de puntos y juegos en contra (6-2).
Tocaba cambio de tercio para las de Manu Martín; unos pequeños retoques y vuelta a la pista para plantar algo más de batalla y surtió efecto, porque empezaron a subir a la red y a generar, a obligar a la dupla nº3 a un extra en defensa y eso igualó las cosas. El partido estuvo más o menos parejo hasta que Claudia empezó a brillar como ella sabe y a mover a las oponentes con sus voleas, a tirar a los pies, a la reja y a sembrar dudas que se convirtieron en una rotura de servicio y en la puntilla final. Martina y Alejandra cayeron con un 6-2 y 6-4 que les deja fuera de la final pero con el anuncio de que pueden haber llegado para quedarse y crear problemas, mientras que Bea y Claudia estarán en la final del domingo, la primera buscando reinar en casa.
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