Padel Spain .- Nuestro hotel estaba situado en un lugar fabuloso y la habitación tenía unas vistas privilegiadas ya que podíamos ver tanto la piscina como  a la playa. En una zona muy turística, lo cierto es que su ubicación animaba a dar largas caminatas por el paseo marítimo.

Frente al hotel había un chiringuito en el que, por casualidad, los propietarios eran aficionados al pádel. Como anécdota, podría destacar que, en ese mismo chiringuito, una de las noches que fuimos a cenar con Miguel, no tenían cambio y nos dejaron ir sin pagar. Es muy significativo para nosotros que nos reconozcan así y mucho más que nos den este tipo de confianza, sólo por dedicarnos a jugar al pádel. No hay duda de que nuestro deporte está llegando a todos los rincones y que la gente nos demuestra su afecto cada vez más. Eso sí, al otro día fuimos y abonamos la cuenta, como no podía ser de otra manera, jajaja.

En este torneo tuvimos la compañía de Máximo Castellote como es habitual quien, en ocasión, vino acompañado de su hija Malena y también de unos amigos de Dinamarca, Mauri y su novia Ceci nos estuvieron alentando en cada punto y fueron de los que más gritaron en el pabellón, un gran apoyo para nosotros tanto dentro como fuera de la pista.

El recinto era espectacular, de los más lindos en los que hemos jugado. La aficionados, al igual que en los otros torneos de la temporada, acompañaron a los jugadores cada jornada desde muy temprano y, con su presencia, dieron un gran ambiente a los partidos.

En este torneo me reencontré, después de un tiempo que no nos veíamos, con mi amigo Bernd Schuster. El alemán asistió con su familia a vernos ya que, en la actualidad está dirigiendo al Málaga Fútbol Club y como ya sabéis, es un apasionado del pádel. Es muy especial poder encontrarse de nuevo con amigos y ver que de alguna forma, cada día estamos mejor acompañados y que la gente poco a poco se implica más con el pádel y con nosotros mismos. Es una sensación muy reconfortante. 

Como cada vuelta, nos volvimos a Madrid con deseos de que nuestra estancia y presencia en el torneo hubiera sido más larga, tanto para poder haber acariciado esa final que venimos ansiando y por la que seguimos luchando, como para haber tenido la oportunidad de haber disfrutado un poco más de esta bella ciudad. Lo más importante es que regresamos con mejores sensaciones y con muchas ganas de seguir mejorando para alcanzar nuestros objetivos.

Ya tenemos la mente puesta en Benicassim y vamos a entrenarnos muy duro para llegar  esta vez sí, lo más lejos posible. Me despido de Málaga, de los malagueños y del Costa del Sol International Open hasta el año que viene. A vosotros os digo… ¡¡Hasta la próxima!!

Un saludo

Maxi Grabiel