Padel Spain.- Un buen amigo de esta casa, Fernando Blanca, de World of Padel, un entusiasta del pádel internacional, ha querido dejarnos sus sensaciones del pasado Europeo de Lisboa, organizado por la Asociación Europea de Pádel y el Europeo de Roma, el que organizaba la Federación Internacional de Pádel.

Blanca se desplazaba hasta la capital portuguesa y después hasta la italiana para vivirlos en primera persona y contarnos ahora cómo fue su desarrollo, los puntos fuertes de los mismos y por qué terminaron ofreciendo un gran nivel de participación.

Os dejamos con su artículo en exclusiva y le agradecemos que nos haya informado de estas grandes citas.

Hace ya una semana que se celebraron los dos Campeonatos Europeos de Pádel, el I Campeonato de la EPA (European Padel Association) y el XI Campeonato de la FIP (Federación Internacional de Pádel). En estos días hemos visto cómo se defendía la legitimidad y éxito de uno u otro según los intereses de cada cual.

Yo trataré en estas líneas de aportar una breve descripción objetiva y tal vez compartir una reflexión imparcial y sosegada de lo que vi y viví del 3 al 9 de noviembre de 2019, primero en Lisboa y luego en Roma.

Lisboa (3-6 noviembre) - I Campeonato de Europa de la EPA (Lisboa Racket Centre)

Es este un club histórico y el primero en alojar una pista de pádel en todo el país.

En este campeonato jugaron las dos selecciones más fuertes de Europa, la portuguesa y la española. También sobresalieron dos selecciones que no paran de crecer y las que hay que seguir con interés, como son la sueca y la belga (terceras y cuartas respectivamente en ambas categorías).

El club cuenta con 2 pistas al aire libre, 5 pistas cubiertas y una hermosa pista central con gradas.

Los servicios para el visitante consistían en una cafetería con una preciosa terraza sobre la pista central que ofrecía la única opción para adquirir algo de comer y una barra portátil donde se servían cervezas y otras bebidas.

El club también disponía de amplios espacios para haber montado un área de restauración y una área comercial. No se montaron ninguna de las dos.

Resaltó especialmente la ausencia de un patrocinador relevante (aunque no sorprende dadas las circunstancias).

Portugal ha organizado con gran éxito el Mundial del Pádel de la FIP de 2016 y el X Europeo de Pádel de la FIP de 2017 así que conocemos de sobra su capacidad y experiencia para poder producir un evento deportivo de muy alto nivel.

Desafortunadamente, cuando concurren estas circunstancias de acoso y derribo, de división, puede ocurrir que no se alcance el nivel de calidad necesario. En esta ocasión el evento de Lisboa no estuvo a la altura requerida como sí lo consiguieron en las ocasiones anteriormente mencionadas.

Roma (6-9 noviembre) - XI Campeonato de Europa de Pádel de la FIP (Bola Padel Club)

Aquí estuvieron presentes las que actualmente son la tercera y cuarta selecciones de Europa. Italia, que se hizo con el título masculino y fue finalista en la categoría femenina; y Francia, subcampeona masculina y campeona femenina. Sorprendió muy gratamente el subidón de nivel de la sección británica, que a punto estuvo de dar un susto al equipo masculino francés en semis. Los británicos quedaron terceros en ambas categorías. Otra selección que no para de crecer y que conviene seguir es la holandesa (especialmente el equipo femenino).

El Bola Padel Club tiene muchas características que lo hacen muy especial: es el más grande de toda Italia con 11 pistas, todas panorámicas (2 de ellas cubiertas), es club exclusivo de pádel con 10.000 m2 de espacio total, con servicio de restauración y varios espacios diseñados y dedicados al disfrute del aspecto social. Hasta tiene una mini arena a modo de pequeño Coliseo.

El original diseño del trofeo también está fuertemente inspirado en el Coliseo y se da la circunstancia de que su diseñador, Alessandro Ceci, también es el diseñador y propietario de este magnífico club de pádel.

Unas instalaciones con muchísimo potencial que supieron aprovechar los organizadores. Los visitantes pudimos disfrutar de un área de restauración con varios puestos de comida tradicional y los últimamente siempre presentes 'food trucks' (además de la cafetería del propio club).

También se montó una zona comercial con una decena de casetas de tiendas y marcas de pádel y ropa. Destacando especialmente el 'stand' del patrocinador principal CUPRA (y un par de vehículos de presentación).

Se dispusieron un par de zonas reservadas para los más afortunados; una sala para el relax, poder charlar y tomar un café, y una segunda zona de restauración para los invitados 'VIP' y personalidades.

Los jugadores también tuvieron su zona reservada para el descanso y poder desconectar, la cual disponía de agua, refrescos, suplementos nutricionales y hasta dos simuladores de videojuegos de conducción (para no parar de competir ni descansando) 😉

El club montó una cubierta para su pista central y unas gradas que, como en anteriores ocasiones (Mundial 2016 y Europeo 2017) se quedaron cortas para alojar a todo el público congregado, especialmente a los miembros del equipo de las selecciones que han participado.

Siempre será muy difícil poder montar una estructura de gradas en cualquier club que pueda acoger a tanta gente (solamente los equipos son unas 20 personas por país...si tenemos 16 países...haz las cuentas). Se podría acudir a un pabellón para las finales, o también habilitar espacios en el mismo club, cerca de la central, con los asientos necesarios y grandes pantallas para que todo el mundo lo pudiera seguir y al mismo tiempo disfrutar del ambiente único de las finales.

En definitiva, el torneo de Roma fue un evento de muy alto nivel; atractivo para visitantes, jugadores, empresas y patrocinadores. Un muy buen producto de nuestro deporte.

Imaginemos lo que podrían conseguir las instituciones si trabajaran juntos. No quiero ahondar en este tema, Fernando Belasteguín lo dice muy claro en este vídeo. Pero si las instituciones no logran, en los próximos meses, trabajar unidos quizás deberíamos ser todas las personas del mundo del pádel las que les deberíamos decir que ya basta ¿qué legado pretendéis dejar?. Las personas y los cargos vienen y van, el pádel permanecerá, si no están para construir es mejor echarse a un lado.

Fernando Blanca - Director de World of Padel

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