En estos días de confinamiento más de uno y de una está aprovechando para entrenar, marcarse objetivos y superarse a sí mismo pero eso a veces puede convertirse en una actividad de riesgo, y si no, que se lo digan a Maxi Grabiel.
El jugador argentino se disponía a entrenar en el jardín de su casa, al lado de la piscina, con unos ejercicios de desplazamientos y visualización, cuando tuvo algo de mala fortuna.
Afortunadamente, no hay que lamentar lesión alguna, pero lo que le ocurrió duele bastante con solo verlo.
Mejor que contarlo, os lo enseñamos:
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