El circuito A1 Padel atraviesa uno de los momentos más delicados desde su creación. En las últimas semanas ha vivido una serie de catastróficas desdichas con la suspensión de dos torneos (Open de Toledo y Master de Salta) que ahora parece haberse quedado en nada con la noticia que saltaba en la jornada de ayer por la tarde.
Según hemos podido saber, se ha producido una serie de despidos masivos de toda la plantilla de trabajadores del circuito, afectando a todos los niveles (jefes de departamento incluidos), algo que hacía saltar todas las alarmas sobre la situación económica y el futuro de la competición. Esta drástica decisión de la que poco se sabe, ha dejado en el aire el futuro de un proyecto que, desde su creación, aspiraba a convertirse en una alternativa a World Padel Tour y también a Premier Padel.
Aunque no ha habido aún un comunicado oficial por parte de la dirección de A1 Padel, se sabe que la situación financiera no era la óptima y que el proyecto venía arrastrando pérdidas desde sus inicios.
La expansión internacional, que incluyó etapas en América y Europa, fue vista como un ambicioso paso hacia su consolidación global, pero por detrás se escondían problemas estructurales, una falta de patrocinadores estables y una sobreexposición económica que ha terminado por pasar factura.
A este escenario se suma la creciente competencia en el ámbito profesional del pádel, con circuitos como Premier Padel y World Padel Tour que concentraban a la mayoría del talento y los recursos, a pesar de los intentos de su presidente, Fabrice Pastor, por crear grandes eventos, figuras deportivas importantes e incluso un circuito de desarrollo a través de la Fabrice Pastor Cup.
Además, según hemos podido conocer de primera mano, no ha habido ni una reunión previa para avisar de la situación, ni un anuncio (salvo a algunos de los jefes de departamento y por vía whatsapp) y, para colmo, cuando ahora parecía que el circuito tiraba hacia delante gracias a los acuerdos con las marcas adidas, NOX, Joma y LOK, con los New York Yankees, con Mediaset, con DAZN y con Grupo 54, lo que significaba que el dinero estaba entrando (más allá de la problemática con la escasa venta de entradas y con algunos promotores locales que no terminaban de abonar lo que estaba estipulado).
El problema ha sido también la falta de un director de marketing y de un director general que organizaran el día a día y que consiguieran apoyos y promotores, teniendo finalmente que poner el propio Fabrice Pastor el dinero en muchas ocasiones; hubo propuestas diferentes pero no se aceptaron y al final todo fue insostenible, porque recordemos que también se pudo aprovechar mucho más el tirón de jugadores como Leo Augsburger, Tino Libaak, Álex Chozas, Gonzalo G. Alfonso o ‘Tolito’ Aguirre, todos los cuales se acabaron marchando uno tras otro.
Ahora, en el aire, varias preguntas: ¿qué ocurrirá con el circuito, continuará o no?, ¿llegará definitivamente la apuesta del empresario por entrar en el Sevilla?, ¿será una estrategia para renacer con otra imagen, otros compradores y mayor inversión? Solo el tiempo nos lo dirá, por el momento y sin comunicado oficial, tendremos que esperar y formar nuestra propia opinión en base a las informaciones de que disponemos.