Este torneo nos ha dejado dos notas más que positivas en cuanto a parejas poco habituales que, sin embargo, han cuajado una semana muy buena, de las que hacen crecer. Por un lado, Aimar Goñi y Mario Ortega, llegando desde las previas a cuartos de final, y por otro, Javi Leal y Fran Guerrero.
Estos últimos, sin hacer tanto ruido, se colaban en el viernes y, una vez allí, les ponían las cosas muy difíciles nada más y nada menos que a la pareja nº3, Juan Lebrón y Franco Stupaczuk. Y es que de no ser por unos cuantos minutos de lucidez máxima del gaditano, lo más probable es que el campanazo hubiese sido mayúsculo.

Lebrón fue capaz de sostener a la pareja con su juego, de salir al choque y de pelear de tú a tú con un Fran Guerrero que le mantenía en el cruzado y con un Javi leal que por arriba era pura metralla, fuego de cobertura que derribaba cualquier defensa. Por delante o por detrás de la línea, Leal convertía cada globo más o menos corto, e incluso los largos, en un remate que subía y subía al cielo del pabellón catalán.
Así consiguieron forzar el tie break en la primera manga para salir airosos y poner las alarmas en el banquillo de Carlos Pozzoni, que les pedía piernas a los suyos y jugar más por abajo. A eso se dedicaron, con Stupa empezando a conectar aunque sin estar al 100% en la estadística, y más por intención y martilleo constante que por diferencia en el juego, consiguieron empatar (6-7, 7-5).
Quedaba el tercero y definitivo pero ahí los dos españoles pagaron caro su esfuerzo y se quedaron sin gasolina y sin recursos en la muñeca, mientras que Lebrón y Stupa se venían arriba y ahora sí iban de la mano para terminar los puntos: uno abría huecos y el otro entraba a definir. Así consiguieron sobreponerse a la montaña rusa que fue su partido y respirar tranquilos tras el 6-7, 7-5 y 6-3 con el que se metieron en semis pero con un buen susto en el cuerpo.

Por su parte, Ale Galán y Fede Chingotto rompieron el sueño que traían desde previas Aimar Goñi y Mario Ortega. El físico les duró hasta cuartos de final y el acierto también. Una derrota demasiado dura para todo lo que habían venido mostrando, pero los deberes los tenían más que hechos…y con la mejor nota posible.
Los dos españoles intentaron dejar buenas sensaciones en sus primeros cuartos de final pero Galán y Chingotto fueron dos apisonadoras que no frenaron a partir del 2-2. Hasta ese momento se mantuvieron Aimar y Mario con vida, pero ahí su luz se apagó, pues los pupilos de Jorge Martínez pusieron la directa y encadenaron la friolera de 10 juegos seguidos.
Cerraron la primera manga con un 6-2 y la segunda metieron un parcial todavía mayor, 6-0, para despedir con honores a dos chicos que han dejado un excelente sabor de boca.

Miguel Yanguas y ‘Coki’ Nieto tampoco tuvieron problemas que destacar ante David Gala y Lucas Campagnolo, pues con un doble 6-2 les despidieron en la antesala del fin de semana, mientras que Arturo Coello y Agustín Tapia sobrevolaron a Martín Di Nenno y Leo Augsburger.
Dominio abrumador en el primer parcial y algo más de incomodidad en el segundo, donde Tapia estuvo sublime (dejando incluso el golpe del torneo y, por qué no, de la temporada) y fue capaz de mantener a la pareja ante el crecimiento de Martín y Leo, ya sin presión y jugando más sueltos, llegando a forzar el tie break, aunque sin premio final (6-3 y 7-6).
Con todo ello, las semifinales quedan de la siguiente manera:
Arturo Coello – Agustín Tapia vs. Miguel Yanguas – ‘Coki’ Nieto
Ale Galán – Fede Chingotto vs. Franco Stupaczuk – Juan Lebrón