Empezaron las semifinales en Madrid. Había que recuperar las piernas tras una jornada digna de un Ironman, de una carrera de fondo que dejó a todos reventados en cuartos. Pero el pádel no da tregua.
Las nº1, Gemma Triay y Delfi Brea, derrocharon fuerza y contundencia en el primer partido del día; no querían sorpresas y trabajaron para ello.

Andrea Ustero y Sofia Araújo, con bastante más cansancio acumulado tras el duro duelo de cuartos, llegaban justas de fuerzas y lo intentaron, pero no lo consiguieron en ningún momento, salvo en juegos sueltos del segundo set.

Porque el primero fue toda una declaración de intenciones de Triay y Brea, doblegando a sus oponentes con un 6-2 que, posteriormente, se convertiría en un 6-4. Ahí Ustero y Araújo reaccionaron tímidamente, pero nunca llegaron a inquietar del todo y acabaron sin aliento y corriendo siempre detrás de la pelota.

Llegaría la segunda eliminatoria con una clara favorita para el público, Alejandra Salazar. La ‘Donna di la mazza’ aparecía en su feudo queriendo defenderlo hasta el final y para ello, a su lado, una jugadora cuya clase y talento es inversamente proporcional a su edad, Martina Calvo.
Juntas querían hacer algo igual de complicado que el día anterior, en el que fueron capaces de dejar fuera a Ari y Paula; esta vez su objetivo eran Claudia Fernández y Bea González y salieron dispuestas a ello. Los primeros intercambios fueron suyos y estuvieron muy cerca de hacerse con la primera manga, pues tras pasar el ecuador el marcador marcaba un 1-4 que era toda una declaración de intenciones: la pelota estaba del lado de Ale y Martina.
Pero la resistencia de las chicas de Gaby Reca no se hizo esperar y desde ese momento juntaron líneas para anotar cinco juegos seguidos y reducir a cero las aspiraciones de las oponentes (4-6).
No contentas con eso, la segunda manga siguió los mismos derroteros, orden y mando de Salazar y Calvo, disfrutando y siendo el timón del partido y las rivales a rebufo hasta que desde el banquillo se dio la orden de abordaje. Esta vez, eso sí, hubo contestación para Manu Martín y sus pupilas y llegaron a forzar el tie break a pesar de los intentos constantes de Martina por convertirse en la dueña del partido: la joven jugadora hacía de todo y todo bien, cruzando la pelota, entrando por el medio e incluso rematando, pero no fue suficiente.

El desempate cayó del lado de la dupla nº3 (4-6 y 6-7), que cerró el puño y se citó con el público de cara a la final dominical. Habrá duelo entre las parejas nº1 y nº3. El espectáculo está servido.