Tras la parte de previas empieza el verdadero Col du Tourmalet, la ascensión que tanto interés produce en el espectador pero tanta tensión genera, día tras día, a los jugadores. Muchos partidos y mucho en juego en Kuwait en este FIP World Cup Pairs que tiene aura de algo más que un simple torneo.
Celebración de gran pádel que concluía el domingo con las rondas de clasificación que daban cuatro billetes en cuatro en hombres y que este lunes repartía los cuatro en juego en mujeres y daba por iniciado el cuadro final en la categoría masculina.

En lo que a la búsqueda de pasar al cuadro con las favoritas, decir que todos los partidos precisaron de irse al tercer set, si bien uno de ellos terminó de manera un tanto extraña y abrupta. Corría el tie break del tercer parcial, con todo igualadísimo entre Alba Pérez y Lorena Vano por un lado, y Raquel Piltcher y Daiara Valenzuela por el otro cuando las dos primeras se retiraban debido a un contratiempo físico, siendo un golpe tremendo, máxime teniendo en cuenta que eran la pareja nº1 de previas (2-6, 7-5, 6-6 y retirada).
Junto a ellas, Anna Ortiz y Camila Fassio, tras un comienzo fulgurante frente a Ana Varo y Lucía Micaela Fernández (6-0), se encontraban con la reacción de estas últimas y con un crecimiento fantástico que les llevaba a forzar el desempate (6-7) y que dejaba todo abierto para el tercero, donde nuevamente las fuerzas iban a estar equilibradas y acabaría todo por decidirse en el último suspiro en favor de Ortiz y Fassio (7-5).

Victoria también para Carlotta Casali y Ari Cañellas, sufriendo de lo lindo ante Lucía Peralta y Carla Touly. La pareja nº7 pudo con la nº4 y se llevó, en un partido de mucha ida y vuelta, de aciertos y errores constantes por parte de las cuatro, un triunfo muy importante para sus intereses (6-4, 2-6 y 6-4).
Por último, Natividad López y Rebeca López remontaron un choque en el que comenzaron bastante mal frente a la holandesa Marcella Koek y la alemana Victoria Kurz (3-6), para luego darle la vuelta con mucha soltura y acierto (6-1) y terminar sabiendo apretar dientes y gestionar un final de infarto que pudo caer para cualquier lado (3-6, 6-1 y 7-5).
 




