El hecho de convertirse en el último torneo de la temporada para muchos, antesala de las vacaciones y, sobre todo, la última oportunidad de rascar puntos y maquillar una temporada que no haya sido buena en cuanto a resultados está dejando un inicio de torneo en México que es puro torbellino.
Lejos de conformarse con cualquier resultado, todos están yendo a por todas y «no se andan con chiquitas», es pelear o pelear. Y todo ello, en un día emotivo, pues muchos excompañeros y rivales quisieron rendir un merecido homenaje a Ramiro Moyano, quien colgaba definitivamente la pala y se despidió como merece, en la pista, recibiendo merecidos aplausos y abrazos de cariño y respeto; un jugador al que las lesiones le impidieron mostrar su mejor versión pero que tenía condiciones para haber brillado muchísimo.
La prueba la tenemos en los partidos de previas, que vieron cómo Mateo Rivero y Juan Pablo Dametto les remontaban a Rodrigo Coello y Facundo Rodrigo Luis (4-6, 6-4 y 6-3), o cómo vencían también en tres sets Juani De Pascual y Miguel Lamperti a Rafa Méndez y Juan ‘Coquito’ Zamora por 6-3, 4-6 y 6-3.

Choque peleado también, al menos en la segunda manga para Ferrán Insa y Albert Roglán (6-3 y 7-6 sobre Martín Abud y Renzo Gabriel Núñez) y destacar únicamente la retirada de la pareja formada por Diego Gil y Mariano González cuando iban 3-0 ganando ante Mario Castaño y Flavio Abbate.

Después llegaría el turno del cuadro principal y le listón no se bajó lo más mínimo. Los que quisieron avanzar tuvieron que sudarse la clasificación, como les ocurrió a Álvaro Montiel y Juan Cruz Belluati (6-4 y 7-5 sobre Miguel y Nuno Deus), a Pablo Lijó y Maxi Arce (con un doble 6-4 sobre Aris Patiniotis y Jesús Moya), o a Gonzalo Rubio y Javi Ruiz (logrando un 6-4 y 7-5 sobre los wild card argentinos Juan Manuel Argañaras y Óscar Matías Almada).
También con otro 6-4 y 6-4 siguieron adelante Antón Sans y Marc Quílez, en su caso eliminando a los argentinos Fede Mouriño y Ramiro Valenzuela.





