Buscar el equilibrio entre entrenar, competir y dejar algo de tiempo para desconectar no es justamente tarea sencilla para quienes viven el pádel de manera intensa, ya sea a nivel profesional o, bueno, casi. Cada semana, más o menos unas 68.000 personas en España se animan y se apuntan a algún torneo, sea amateur o de élite, si uno se fía de los números de la Federación Española de Pádel.
Plataformas de juegos de casino como la ruleta online atraen tanto a profesionales del deporte como a seguidores, aunque exigen responsabilidad y autocontrol. Realmente no es tan fácil: ese malabarismo entre pasarlo bien y no descuidar la disciplina, en especial si dependes de tu estado físico y mental cada semana, puede complicarse más de lo que parece.
Cuerpo, cabeza y la rutina en las pistas
De entrada, el pádel arrastra una cifra bastante considerable: según el Consejo Superior de Deportes, hay algo así como 3,7 millones de personas en España que lo practican con regularidad. No es solo pegarle a la bola, hace falta agilidad, resistencia y, casi lo más importante, claridad mental.
Los que compiten en serio suelen dedicarle más de 18 horas a la semana, pasando por entrenamientos de fuerza, táctica y tiempo de recuperación. Dicho así puede sonar exagerado, pero varios estudios, uno en ‘Medizin Online’, por ejemplo, sugieren que tanto esfuerzo a veces pasa factura y que, cuando uno busca despejarse, podría terminar adquiriendo costumbres menos sanas.
No sería raro que la necesidad de desconectar lo lleve directo al juego, ya sea en persona o por internet. Eso sí, si no se pone límite, la cosa puede terminar por afectar el rendimiento y colarse en donde menos conviene. Desde la Sociedad Española de Medicina del Deporte suelen recomendar organizar bien los horarios fuera de la pista e intentar que ningún entretenimiento, ni el más inocente, acabe interfiriendo con el sueño, la hidratación o lo que toca entrenar.
Normas que ayudan a no cruzar la raya digital
A veces, la diferencia entre disfrutar y pasarse de la raya es poco más que una línea imprecisa, sobre todo si hablamos de quienes conviven con la presión de competir. Un informe publicado por «Los Andes» en 2023 afirma que establecer un presupuesto fijo es la base del juego responsable, aplicable tanto a la ruleta online como a cualquier otro tipo de casino digital. Se cuenta que los deportistas de élite tienen agendas tan apretadas que una noche de demasiada relajación, puede afectar su descanso y, de paso, lo que hacen después en la cancha.
Y luego está el tema del dinero; no todo es cuestión de tiempo, también hay que saber hasta dónde uno puede gastar. Varios psicólogos deportivos, por cierto, proponen llevar registros semanales tanto del tiempo como del gasto en estas plataformas, algo parecido a lo que se hace con los entrenamientos. Es posible, o al menos así lo creen algunos expertos, incorporar el juego de manera ocasional sin dejar que reemplace o ponga en peligro cuestiones más importantes como el descanso, la salud o el rendimiento.
Consejos algo particulares para jugadores y fans
Ciertamente, muchos de los que siguen el mundo del pádel no buscan llegar al circuito profesional. Pero la afición suele ir de la mano con planes sociales constantes. Sitios como el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones informan que en 2022 el 6,7% de personas entre 18 y 35 años participó en apuestas online, siendo aficionados al deporte un grupo representativo.
Mantener esa línea de responsabilidad implica, entre otras cosas, hacerse un presupuesto mensual y respetarlo, elegir bien cuándo jugar y, sobre todo, decir que no a préstamos ligados al mundo del azar. También conviene, por si acaso, activar funciones de autoexclusión o consultar materiales de ayuda que hay disponibles, en vez de lanzarse de cabeza si surge algún impulso. Así parece más viable disfrutar tanto del pádel como del juego sin que una cosa estorbe o ponga en peligro la otra.
Apoyo si pinta mal y razones para no dejarlo sin vigilar
Cuando el juego empieza a colarse en la rutina de manera insistente, o a robarle espacio a círculos sociales y deportivos, hay quienes sugieren no hacerlo todo solo. De hecho, existen recursos y líneas de ayuda accesibles; el teléfono gratuito 900 200 225, quizá no tan conocido, se puso en marcha en 2019 desde la DGOJ y puede orientar ante sospechas de problemas.
Desde 2021, la Federación Española de Pádel también incluye campañas informativas sobre salud emocional y juego responsable en sus citas importantes, buscando atajar posibles riesgos antes de que vayan a más. Puede que compartir vivencias con el grupo, o incluso charlarlo con compañeros, ya ayude a frenar esa tendencia al aislamiento o a perder el control. Al final, el ambiente y el propio cuidado personal suelen marcar si una costumbre se mantiene como pasatiempo o podría derivar en algo más complicado.
Quizá la clave esté en informarse, no perder el control y evitar extremos. Hay quienes opinan que, tomado con reglas claras, el tiempo en el casino puede hacer más llevaderos los momentos de descanso para jugadores y fans del pádel. Si uno sabe parar a tiempo, cuánto puede gastar y no teme pedir ayuda llegado el caso, el ocio puede terminar siendo una fuente de bienestar y no un problema extra. Ir responsablemente es, parece, la única forma de que el deporte y la afición realmente convivan.
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