Que levante la mano quien no haya visto jugar en directo o en algún vídeo a Arjen Robben, uno de los jugadores con más clase de la última década. Su estilo de juego, siempre vertical, deslumbró en equipos como el Real Madrid, el Chelsea, el Bayern de Munich y, por supuesto, en la selección holandesa.
En todos ellos el extremo dejó grandes jugadas, goles, tiros impresionantes y aplausos en los aficionados pero ahora su momento ha llegado con otro deporte: el pádel.
Robben no ha dudado en participar en una de las pruebas del circuito CUPRA FIP Tour, concretamente en las previas del FIP Bronze de Westerbork.
Junto a su compañero Werner Lootsma, y actuando desde el drive, debutó, remontó, salvó seis bolas de partido y venció por 4-6, 6-3 y 7-6 a Ralph Boekema y Mark Weldmate (este último también exfutbolista), clasificándose para el cuadro principal donde, sin embargo, fueron superados 6-1 y 6-0 por Sten Richters y Thijs Roper.
«Zlatan Ibrahimovic ha convertido el pádel en un deporte importante en Suecia, creo que yo puedo hacer lo mismo en Países Bajos», comentaba.
En las gradas, cientos de espectadores atraídos por la presencia de una leyenda del fútbol neerlandés, que descubrió el pádel en Alemania (donde jugaba tres veces por semana), en el pasado también se había exhibido junto a Robin van Persie, Juan Lebrón y Ale Galán, y que incluso se hizo construir una pista de pádel en el jardín de su casa. «No creo que pueda tomármelo tan en serio. Empecé con pocas expectativas, aunque intenté luchar en la pista y hacer todos los puntos posibles».