La final femenina, inédita en el circuito profesional, entre Martita Ortega y Ariana Sánchez contra Eli Amatriain y Patty Llaguno, no dejó indiferente a ningún espectador del pabellón de Santander.
Las pupilas de Rodri Ovide demostraron que, al menos en este principio de curso, han llegado para sorprender pero también para quedarse, para confirmar que son futuro pero también presente y que tienen una calidad increíble que les debe hacer ganar muchos partidos (4-6 y 6-7).
Enfrente, dos rivales cuyo juego pausado ha cambiado algo. Como se pudo ver durante el partido, su fortaleza mental sigue siendo su principal baluarte, pero han jugado algo más por abajo, con menos globo y un juego con matices diferentes a lo que tienen acostumbradas, eso sí, con la misma sensación de que para hacerles un punto hay que devolver muchas bolas.
Empezaron muy fuertes Ari y Marta, llevando el tiempo del partido y jugando con suma intensidad, conscientes de que en los intercambios largos tenían las de perder, de ahí que apostaran por un juego rápido, con puntos cortos y mucha velocidad en sus desplazamientos. Así se hicieron la primera manga en medio de los aplausos de un público entregado y del sonido de la lluvia que caía fuera del pabellón, que amortiguaba los ánimos que la madrileña y la catalana se daban en cada golpe ganador.
Mala suerte tuvieron las jóvenes en el segundo parcial, ya que comenzaron de la misma manera, tremendamente fuertes, con 4-1 arriba, pero la fortaleza mental de la mangueña y la riojana volvieron a jugar un papel crucial y punto a punto llegaron hasta el 5-5 y después hasta el 6-6, para irse al tie break decisivo.
A Eli le costó entrar en el partido, pero cuando lo hizo el choque se decidió a su favor, si bien fue algo tarde. Consiguió junto a Patty llegar a la muerte súbita pero ahí Ariana se agigantó a niveles insospechados y soltó su brazo, ese que tanto en semis con en la final ha regalado puntos increíbles a la retina y gracias al cual llegaba el golpe decisivo con 6-6. Dos golpes, dos puntos y título para casa, sumando entre las dos 39 años, un hito en la historia del pádel mundial.
Darles, cómo no, la enhorabuena, por el increíble comienzo del curso, donde se han doctorado con matrícula de honor, y también a Eli y Patty, quienes han demostrado saber sufrir e igualar un choque complicado y que la lesión de final de año está ya totalmente olvidada.
Fotos: World Padel Tour
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.