Si miramos y comparamos ambos cuadros de juego, el discurrir de ambos fue diametralmente opuesto. Mientras que los chicos tuvieron que pelearse y vivir varios partidos largos, las chicas impusieron (las de mayor ranking) su puño de hierro, sin dejar la más mínima oportunidad de susto.
Todas salvo las nº1, Ari Sánchez y Paula Josemaría, a quienes Tamara Icardo y Claudia Jensen se les rebelaron y les produjeron un desgaste excesivo de más de 2:30 horas de partido. Y ojo, porque en semis pueden pagarlo.

A pesar de que el inicio, al contrario de lo que les ocurre en determinadas ocasiones, fue muy positivo y pudieron poner tierra de por medio (6-3), las rivales se dieron cuenta que era posible obtener más rédito en el partido y trabajaron para ello. Se activaron Claudia y Tamara y les salió cara, pues empezaron a encontrar sensaciones y a jugar de tú a tú, siendo ahora ellas las que rompían; un 3-6, devolviendo juego por juego, alargaba el duelo a la tercera entrega.
Allí, todo se emparejó más si cabe, no queriendo dar ninguna su brazo a torcer pero Ari y Paula se vieron beneficiadas por un break, el único que tuvieron, y que aprovecharon, para adelantarse y con eso cerrar la contienda (6-3, 3-6 y 6-4).
Sus rivales serán Alejandra Salazar y Vero Virseda, pareja que mantiene un gran crecimiento y que fue capaz de no dejarse sorprender por una de las duplas que quedaban de la revolución de previas, Marta Borrero y Martina Calvo. Notando las alturas de competición y el cansancio, no fueron capaces de resistir las embestidas de Ale y Vero y con un 6-2 y 6-2 pero con los deberes más que hechos, se volvieron para casa.

Las otras fueron Raquel Eugenio y María Eulalia Rodríguez, quienes apenas pudieron pelearle a Claudia Fernández y Bea González (3-6 y 4-6) y para terminar, Gemma Triay y Delfi Brea exigieron y doblegaron muchísimo a Lucía Sainz y Patty Llaguno con un 6-2 y 6-1.