Vaya por delante que gestionar situaciones como la ocurrida no es nada sencillo y más en un conglomerado con tantísimos actores involucrados y de la magnitud de un circuito pero también es cierto que la toma de decisiones y la gestión de los momentos delicados no ha sido nunca el punto fuerte de Premier Padel.
Igual que se alaba lo que se hace bien hay veces en las que hay que hacer examen de conciencia y ser realistas y este es uno de esos casos: Premier Padel no ha gestionado nada bien lo sucedido en Buenos Aires y el público se lo hizo saber, silbando desde la grada y quejándose, pidiendo aclaraciones que nunca llegaron y sin explicación del circuito ni de la Federación Internacional de Pádel hasta mucho tiempo después y con dos comunicados muy escuetos.
Pero narremos lo sucedido.
La afición y el estadio se preparaban para vivir la jornada de cuartos de final, la cual arrancó con normalidad hasta que un imprevisto con los cristales de la pista central hizo saltar todo por los aires.

Únicamente se habían disputado tres partidos del cuadro femenino, por un lado el que supuso la victoria de Martina Calvo y Aranza Osoro, otra más, para seguir soñando, permitiéndose esta vez el lujo de eliminar a Andrea Ustero y Sofia Araújo por 2-6, 6-3 y 6-4; a su vez, Ari Sánchez y Paula Josemaría derrotaban con una puesta en escena de menos a más a Lucía Sainz y Patty Llaguno por 7-5 y 6-1 y, el último de ellos, otro partidazo que nos dejaba a Claudia Fernández y a Bea González sobreviviendo ante Carmen Goenaga y Bea Caldera en el tercer parcial con un 7-5, 1-6 y 6-1.
A partir de ahí, y tras saltar a pista los chicos, concretamente Ale Galán y Fede Chingotto para medirse a Juan Tello y Martín Di Nenno, sería ‘el Gato’ el que advirtió que los cristales de la pista no estaban en perfectas condiciones y que por lo tanto la seguridad de los jugadores estaba expuesta.
Debido a ello, todo quedaba parado y minutos después la organización anunciaba que el último partido de los cuartos de final femeninos pasaba a disputarse en la pista 2 sin público (el que supondría la victoria de Delfi Brea y Gemma Triay por 6-2 y 6-1 ante Tamara Icardo y Claudia Jensen).
En un primer momento, los ánimos del público se encendían al quedarse sin ver los partidos y más cuando se comunicaba que se aplazaba a la mañana del sábado pero que la entrada a los partidos pendientes «solo se podrá hacer a través de los tickets correspondientes a las semifinales, dejando sin validez los del viernes», una decisión a todas luces equivocada. «Esta decisión responde a la necesidad de priorizar la seguridad del público, los jugadores y todo el personal involucrado en el evento», argumentaban desde Premier Padel.

Afortunadamente, horas después se rectificaba la decisión tomada y se anunciaba que «la entrada del viernes también será válida para el sábado pero únicamente para presenciar los partidos pendientes de 1/4 de final».
En definitiva, que todo queda visto para sentencia de cara al día de hoy en el que esperamos no haya más contratiempos para que se pueda jugar con normalidad. Un golpe duro para el torneo por la dudosa toma de decisiones (entre ellas el elevado precio de las entradas y la ubicación por el frío que hace en el pabellón al tener grandes entradas de aire) que esperamos mejore, ya que no es la primera vez que realizan una prueba en Argentina y otras veces ya ha habido problemas similares con el aforo y la organización de la competición.