Manteniendo la línea escrita por sus compañeros, las chicas también nos regalarán un domingo de Estrellas Michelín, pues habrá en la pista central romana un cara a cara entre las dos parejas que dominan el ranking a placer.
Paula Josemaría y Ari Sánchez contra Gemma Triay y Delfi Brea, ambas con bastante margen en sus victorias en el torneo (especialmente las segundas, pues Ari y Paula necesitaron de tres parciales en cuartos) y en un momento de forma excepcional. Llegan con la moral alta y como suele ser en estos casos, con cuentas pendientes y un gran rivalidad (aunque siempre sana).

Las nº1 se medían en la antesala de la pelea por el título a Claudia Fernández y Bea González, rivales de caza mayor, pues en los últimos torneos habían dado un salto de calidad notable y se dejaban ver ya por las finales y rascando puntos. Sin embargo, el Major de Roma es un premio cinco estrellas y ahí, la ambición de Sánchez y Josemaría es irrefrenable.
Primeros compases para medirse las fuerzas y luego, ataque total. Este llegaría en el quinto juego, con la primera rotura de servicio en favor de Josemaría y Sánchez que se vería contestado con el contrabreak al otro lado de manera instantánea y con la posibilidad incluso de dar un golpe más, pues las dos jóvenes llegaron a estar 5-6 y con dos pelotas de set, pero se quedaron sin premio. Hubo que irse al tie break y allí, con un parcial de 10-8, la catalana y la extremeña dieron el paso en firme (7-6).
00Ari Sánchez celebrando el pase a la final (Premier Padel)Quisieron forzar la máquina las de Gaby Reca con un plus de revoluciones que, no obstante, les acabaría por condenar, pues provocó el encendido del reactor de Ari y Paula. Llegaron a estar la andaluza y la madrileña 1-3 arriba y con todo controlado, pero al otro la de la red se desmelenó la cosa con una reacción imperial de cinco juegos seguidos para cerrar el segundo acto y el partido (7-6 y 6-3).

La otra semifinal apenas tuvo trama, porque Gemma Triay y Delfi Brea se encargaron de hacer un despliegue titánico de fuerzas para ahorrar tiempo y cansancio y demostrar que entre las parejas de la parte alta y el resto hay unos cuantos escalones de diferencia.
Lo venían haciendo muy bien Victoria Iglesias y Marina Guinart (no en vano eran sus primeras semifinales juntas), pero no les bastó contra una pareja muy en forma y que tiene armas muy potentes tanto en ataque como en defensa. Un 6-3 y 6-1 en una hora exacta de partido daba a la española y a la argentina su billete a la gran final.
Allí se verán hoy domingo ante sus grandes rivales, Paula y Ari, en el cara a cara número….ya ni se sabe, las cuentas se han perdido. Pero será un partido con muchos detalles y seguro que muy peleado.