Buscaban Claudia Fernández y Bea González su segundo título como pareja en su cuarta final juntas, pero se encontraron con Ari Sánchez y con el orgullo como local de Paula Josemaría, un binomio que viene demostrando desde hace tiempo y en concreto en este partido que sabe agarrarse a la pista cuando domina pero también cuando peor vienen dadas. Y no solo eso, sino que Paula quería ganar por fin en casa, una asignatura pendiente en las tres finales anteriores que había tenido.
Su boquete en la estadística quería estar compensado y a ello se dedicó desde el primer momento, creando desconcierto en la pareja rival en la que era su 25ª final en Premier Padel (de 35 torneos) ya en el tercer juego, donde llegó el primer break (2-1) para luego ampliar con su buena defensa y mejor ataque las distancias (3-1).
Se mantuvieron siempre por delante con la ventaja mínima hasta que en el décimo juego, tras muchos choques de volea y mucho duelo entre los respectivos cruzados, además de dos bolas de set, Ari y Paula se hacían con el primer parcial tras una bola de Claudia al cristal. Las nº1 daban el primer golpe en la final (6-4).
El segundo set contempló un mejor inicio de las nº3, con una Claudia más enchufada, algo que le pedía su entrenador, Gaby Reca: “Quiero más de ti, puedes hacerlo”, le decía en el banquillo. Y vaya si lo hizo. Empezó a manejar a base de mucha y técnica, a sorprender por el paralelo y a generar cierto caos.
Sin embargo, no terminaron de descomponerse las de Claudio Gilardoni y se mantuvieron siempre agazapadas a pesar de verse con una rotura en contra. Percutían una y otra vez, tirando sobre todo la madrileña mucho por el centro y buscando constantemente las cosquillas y aunque tuvieron una segunda ocasión de ampliar ventaja en el octavo juego, no la terminaron de aprovechar (4-4).
5-5 no aprovechan al resto Claudia y Bea, donde mejor estaban, la posibilidad de cerrar el set pero sí Ari y Paula, que aprovechan su oportunidad y logran un break importantísimo y muy doloroso, poniendo el 6-5 y saque.
Y de nuevo, el mazazo lo dieron ellas, sacando fuerzas en cada golpe, ofreciendo una resolución magnífica y una capacidad mental para sobreponerse a cuando peor vienen dadas, imperial.
Saque, juego, set, partido y título (6-4 y 7-5), el número 41 de dos jugadoras que recuperan el número 1 y que siguen demostrando que son, hoy por hoy, un binomio enorme de pádel y de capacidad mental. Paula Josemaría consigue, además, lo que se le resistía, vencer ante su público, y ya tiene una muesca más, en casa, con la ilusión y orgullo que eso supone (junto con el título número 50 en la carrera de su compañera).
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