Que ahora mismo están dos o incluso tres pasos por encima del resto es un hecho. Que puedan perder algún torneo por el camino, también, pero que a la larga se comportan como un martillo que una y otra vez golpea y que te acaba minando la moral, también. Porque por muy mal que estén, aunque ganen en alguna ocasión sufriendo, lo cierto es que siempre están y su resistencia les hace, por momentos, inalcanzables.
Arturo Coello y Agustín Tapia han derribado otra puerta, esta con acento francés, en Burdeos, un P2 que a ellos les sirve como un P1 o un Major, porque no entienden de medir esfuerzos, van siempre a por todas. Han estado durante tres semanas digiriendo la derrota en el Major de Roma y en Francia se han cocinado su venganza. No ha sido fácil, les ha costado, pero han ganado, aumentando su parcial en el cara a cara.

Los nº1 se veían con Ale Galán y Fede Chingotto, estos en plena persecución y desplegando un pádel enérgico y preciso, pero ni aun así les ha valido ante una versión notable de Tapia y una de matrícula de honor (especialmente desde la mitad del segundo set) de Coello.
Estuvieron muy igualados hasta el tie break y eso que los nº1 empezaron con break a favor en el tercer juego (2-1), pero al paso por el ecuador todo quedaría compensando con un contrabreak (3-3). Así, llegarían a citarse en un desempate en el que parecía que ninguno quería dar la puntilla, teniendo alternativas constantes que volaban de un lado a otro; cual si de una tanda de penaltis infinita se tratase, hubo hasta seis bolas de break y cuatro de set. Al final, con un 13-12 en el tie break y más de 1:10 horas de juego, una bola de Galán daba en la red y se desviaba hacia la verja, otorgando el primer pulso a los hombres de negro (7-6).

Metieron la directa, arengados por Jorge Martínez, el madrileño y el ‘ratón’ de Olavarría en la reanudación, obteniendo un 1-2 de entrada que llegó hasta el 1-3 certificando con su saque la rotura; aquí tuvieron otra opción de break que quizá hubiese podido ser definitiva, pero los líderes se revolvieron (2-3) y, a partir del juego siguiente en el que Ale y Fede volvieron a asegurar su servicio (2-4), la reacción fue total.
Emergió desde el drive Arturo Coello con el traje de superhéroe diciendo basta y arrasando sin mirar atrás. Revolcón al partido, a la estadística y al marcador, cometiendo muy pocos errores y sepultando cualquier opción rival, consiguiendo cuatro juegos seguidos para elevarse en suelo galo. Por arriba, por abajo, en la red o en el fondo, los de Martín Canali se volvieron superiores y acabaron por desesperar a Galán (que recibió hasta tres bolazos durante el partido) y a Chingotto, que intentaba manejar pero se quedaba siempre a medio camino.

Un 7-5 y 6-4 para Arturo y Agus reafirmando su condición de dominadores con el título número 35 en su palmarés y con el sexto de la temporada ya en sus vitrinas. Aun con Tapia jugando sin desplegar todo el talento que se le atesora han conseguido un título por lo que todo se presenta muy difícil para cualquier pareja que intente usurpar su trono.