En los últimos tiempos, da igual la duración, da igual el escenario y dan igual las condiciones de la pista. Cuando leas esto, Gemma Triay y Delfi Brea vuelven a ser campeonas de nuevo en su duelo contra Ari Sánchez y Paula Josemaría.
Eso sí, esta vez la historia ha sido bien distinta, pues no se ha dado el recital de otras ocasiones, sino que ha sido una batalla a pleno físico, a pleno pulmón, en el que las piernas y la mente han tenido que trabajar sobremanera para lograr salir indemnes en un partido que se iba a las 3:20 horas de juego y que se convertía en la segunda final más larga de la historia de Premier Padel.

Era un cara a cara entre las dos mejores parejas de la competición, unas en la cresta de la ola y las otras intentando volver a subirse a la tabla y remar contracorriente el largo camino que llevan perdido, y aunque vencieron las primeras, se vieron ciertos «brotes verdes» muy necesarios en el bando de Paula y Ari. Ellas los necesitan y el pádel también.
Declaración de intenciones desde el inicio con una igualdad máxima que sólo se rompió en el quinto juego, cuando Triay y Brea rompieron la cadencia y se anotaron un break que sería decisivo, pues les daría la ventaja necesaria para cerrar la manga; en el octavo juego tuvieron no una, ni dos, sino hasta cinco bolas de set que no aprovecharon, teniendo que irse al décimo para cerrar la compuerta (6-4).

En la reanudación, rompieron de inicio, lanzadas, queriendo poner tierra de por medio y cerrar rápidamente la final, pero no sabían lo que estaba por venir. Contrabreak de Josemaría y Sánchez (1-1) y otra rotura más para ellas en el octavo, al que llegaban con cierto margen (3-5); ahí, tampoco pudieron ellas aprovechar su ventaja para cerrar, sufriendo un contrabreak que les obligaría a las cuatro a irse nuevamente el décimo juego, donde desde el resto conseguirían empatar la contienda (4-6).
Pasadas de largo las dos horas de juego se volvían a meter a la pista para el set definitivo y nuevamente serían las chicas de Rodri Ovide las que atacarían primero para romper y ponerse por delante. Aunque lo intentaron de todas las maneras posibles las integrantes de la pareja nº2, cerraban una y otra vez los huecos la española y la argentina para impedir cualquier conato de rebeldía hasta que, otra vez al resto, conseguían el golpe sobre la mesa definitivo: otro break en el noveno juego para reinar en Alemania (6-4, 4-6 y 6-3).

Un duelo muy igualado que dejaba con mal sabor de boca a las de Claudio Gilardoni a pesar de su ligera recuperación. Deberán seguir intentándolo, no queda otra, y este torneo puede ser un importante punto de inflexión. Las nº1, por su parte, sonríen con el octavo título del año y el número 51 de Gemma en su carrera, desempatando precisamente con Ari, que posee 50.