Un día más en la oficina, un día más para disfrutar de las mejores parejas del mundo. Porque las Qatar Airways Premier Padel Finals 2025 tienen eso de especial, que el domingo se pueden disfrutar de dos partidos más de los que disfrutamos durante la temporada regular, y no solo de las finales.
Cierto es que en juego estaba el premio menor, la pelea por el tercer y cuarto lugar del torneo, un partido que nadie quería jugar pero que, obligados por la nueva decisión de Premier Padel, había que disputar. Premio de consolación que sin embargo no consuela a nadie.
La lucha por el tercer y cuarto puesto del cuadro femenino sería la encargada de abrir la jornada del domingo. El último baile de una pareja de leyenda como han sido Ari Sánchez y Paula Josemaría contra la cuarta mejor pareja de la temporada Sofia Araújo y Andrea Ustero. Las números dos iban a comenzar mandando en el marcador con dos breaks iniciales que les dejaban las mejores sensaciones sobre la pista. Pero la pareja hispano portuguesa no se iba a rendir tan fácilmente. A base de trabajo y de encontrar errores no forzados de más por parte de sus rivales, llegaba la remontada, les devolvían los breaks igualando el partido a 4 y teniendo la oportunidad de ponerse por delante por primera vez en el set, pero el partido se volvió loco.
Ninguna de las dos parejas lograba poner su servicio a buen recaudo y cuando parecía que en el noveno juego el break de las número 2 sería el definitivo, Andrea y Sofia lograron romper para volver a igualarlo todo y poner el 5-5 en el marcador y volver a desperdiciar las opciones de ponerse por delante, porque Ari y Paula iban a volver a romper para sumar el cuarto break consecutivo y esta vez sí, sacar el servicio adelante para llevare la primera manga por 7-5.
El segundo set comenzaría de la misma manera que el primero, con un break de las de Ángel González pero que duró poco en el marcador culpa de ello una espectacular Andrea Ustero que tiró todo tipo de puntos ganadores con un acierto descomunal para igualar el partido y evitar que Paula y Ari pusieran más distancia en el marcador. Con el 2-2 el set volvió a ponerse patas arriba para dejar un total de 7 breaks consecutivos hasta que Sofia y Andrea lograron sacar su servicio y ponerse por primera vez por delante en el marcador con un 6-5. Hicieron lo propio Ari y Paula y todo se iba a decidir en el tie break. Una muerte súbita en la que las españolas fueron superiores y lograron cerrar su etapa de cinco años con una nueva victoria, la número 335.
La lucha por la medalla de bronce en el cuadro masculino nos iba a dejar el enfrentamiento entre dos parejas que ya habían reconocido estar ante su ‘last dance’, por un lado Martin Di Nenno y Franco Stupaczuk y por el otro, Paquito Navarro y Jon Sanz. Sobre el papel un partido igualado siendo pareja 5 y pareja 6, sobre la pista también.
Los primeros compases del partido estuvieron muy parejos; ambos duetos querían terminar el año de la mejor manera posible para hacer una buena actuación sobre el 20×10 con un Palau Sant Jordi a rebosar. Pero el final del set fue una auténtica bomba de relojería. Navarro y Sanz fueron los primeros en generar las opciones de set pero sin lograr a materializaras, y cuando perdonas, lo pagas. En el momento en el que Stupa y Di Nenno parecían tener todo de cara tras hacer break en el penúltimo juego posible, los españoles resurgieron para poner el 6-6 y forzar el tie break. Y en el momento de la verdad, los argentinos tiraron de garra, de acierto y de mucha precisión para ser superiores y llevarse el primer set.
En el segundo set, golpearía primero la pareja número 6 y se pondría break arriba gracias a unos desatados Navarro y Sanz que arriesgaron y encontraron los puntos ganadores. Pero los ‘Súper Pibes’ no iban a bajar los brazos, en el sexto juego lograban igualar el partido y a partir de ahí ponerle intensidad, cabeza y corazón a un set que se les había puesto muy cuesta arriba. Consiguieron cambiar la dinámica del partido y en el octavo juego subió al marcador el definitivo break que dejaría el 7-6 y 6-3 en el marcador que cierra su breve etapa como pareja de la mejor manera posible, con un triunfo.
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