Jornada de sufrimiento para varias de las parejas del cuadro final. Los estrenos tras tanta inactividad suelen costar y a algunas parejas más que a otras. El motor tardó en arrancar, pero cuando lo hizo, ya la cuesta arriba no lo fue tanto.
Les costó a los veteranos Matías Díaz y Maxi Sánchez, sin claridad de ideas en el inicio frente a Agustín Gómez Silingo y Martín Di Nenno. Les encontraron las cosquillas al ‘Tiburón’ y al ‘Warrior’ con una intensidad de inicio que no se esperaban y eso dio pie a que fuesen a remolque todo el primer set y que incluso, lo cedieran con varios breaks de diferencia.
A la vuelta del banco, no obstante, salieron más activos y tiraron de veteranía y temple para prodigarse mucho más en ataque y encontrar situaciones favorables, resolviendo con mucha más comodidad los dos siguientes parciales (6-3, 2-6 y 3-6).
Les costó igualmente a los jóvenes Ale Galán y Juan Lebrón, quizá estos por revolucionarse de más tras anotarse el primer set ante Víctor Ruiz y José Antonio Gª Diestro. Se vieron por delante, sabedores de que podían cerrar el partido de una manera rápida y quizá ese acelero fue lo que jugó en su contra. Víctor y José Antonio supieron encontrar su momento y con más tranquilidad acometieron la parte final del segundo parcial, se hicieron con él y dejaron las tablas iniciales de nuevo en el luminoso.
Ya en el tercero, el poderío ofensivo de Galán y Lebrón fue pólvora en cada devolución y eso les ayudó a ponerse rápidamente por delante y marcar distancias, cerrando su inicio de competición con resultado favorable (3-6, 7-5 y 3-6).
Tuvieron que concretarse al máximo y saber apretar los dientes Uri Botello y Javi Ruiz, pues Javi Garrido y Juani Mieres les plantearon un choque complicado y trabado, de intercambios constantes y con muchísima igualdad (6-7 y 4-6). Lo pudieron sacar adelante, pero les costó igual que en su debut. Eso sí, volvieron a demostrar que son una pareja que sabe agarrarse a la pista y a la que nunca hay que dar por muerta, pues sobreviven saliendo siempre a flote.
Franco Stupaczuk y Sanyo Gutiérrez eliminaron a Seba Nerone y Nacho Gadea por un doble 6-3 que reflejó quizá más diferencias de las que hubo sobre la pista, pues Nacho y Seba pelearon sin descanso y gozaron de bastantes oportunidades para haber obtenido un rédito mayor.
Fede Chingotto y Juan Tello dejaban fuera a los soñadores Arturo Coello e Iván Ramírez (7-5 y 6-4). Un duelo de los jugadores de la »nueva generación» en el que los españoles, a pesar del cansancio acumulado, no pararon de correr y devolver bolas, apretando el marcador constantemente y teniendo que decidirse ambos sets en sus postrimerías. Arturo e Iván demostraron que pueden medirse a las parejas de arriba y que en muy poco tiempo pueden dejar atrás las fases previas y colocarse en el cuadro final.
Los otros dos choques nos dejaron, por un lado, la victoria de Fernando Belasteguín y Agustín Tapia (3-6 y 4-6) frente a Fede Quiles y Juan Cruz Belluati, y de Juan Martín Díaz y Lucas Campagnolo ante Martín Sánchez Piñeiro y Álex Ruiz (6-4 y 7-6).
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