El pádel, este deporte que mezcla la intensidad del tenis con la táctica del squash, se ha convertido en un fenómeno global en 2025. Lo que antes era considerado un pasatiempo de nicho, hoy mueve miles de aficionados, ligas profesionales, academias internacionales y hasta casas de apuestas. Desde Europa hasta América Latina, su expansión es innegable.
España: líder indiscutible
España sigue marcando la pauta a nivel mundial. Es el país donde más se juega pádel, con clubes prácticamente en cada barrio y un nivel competitivo altísimo. En 2025, no solo crecen las licencias federativas, sino que el pádel ha entrado en el sistema educativo en algunas regiones, donde ya se enseña como parte del currículo deportivo. Además, el World Padel Tour tiene aquí sus citas más importantes, con estadios llenos y transmisiones televisivas en prime time. La afición española es, sin duda, la más apasionada.
Panamá: un crecimiento silencioso, pero constante
En Panamá, el pádel ha ido creciendo poco a poco, ganando adeptos entre los más jóvenes y también entre profesionales que buscan un deporte social y competitivo a la vez. Aunque todavía está lejos del boom que se vive en Europa, los clubes panameños han empezado a invertir en infraestructura, clases y torneos locales. Un factor interesante en este crecimiento ha sido el auge de las apuestas deportivas. Plataformas como 1xBet apuestas en directo han incorporado partidos de pádel en su catálogo, lo que ha generado más interés y curiosidad entre los aficionados. La visibilidad que le dan estas plataformas está ayudando a que el pádel se tome cada vez más en serio en el país.
Italia: una revolución en marcha
En Italia, el pádel ha dejado de ser “el deporte de moda” para consolidarse como uno de los más practicados. Lo que comenzó con pistas improvisadas en centros deportivos ha evolucionado a clubes especializados y una liga profesional que crece cada año. Muchos ex deportistas de élite, especialmente del fútbol, se han volcado en este deporte, atrayendo a miles de seguidores. Las marcas italianas han sabido capitalizar este auge con ropa técnica y patrocinio de eventos.
Suecia y los nórdicos: frío afuera, calor en la pista
En países como Suecia, Dinamarca y Noruega, el pádel se ha convertido en un deporte social de referencia. Aunque el clima obliga a jugar bajo techo durante buena parte del año, eso no ha sido un obstáculo. Se han construido centros indoor ultramodernos con tecnología de punta, y el deporte ha crecido especialmente entre jóvenes profesionales y ejecutivos. Las redes sociales también han jugado un papel importante: influencers y celebridades locales comparten sus partidos, ayudando a viralizar el deporte.
Argentina: pasión renovada
Argentina es un país con historia en el pádel. Aunque tuvo su auge en los años 90, en los últimos años el deporte ha vivido un renacimiento increíble. En 2025, Argentina vuelve a ser protagonista en los torneos internacionales, con jugadores en el top mundial y nuevas promesas saliendo de academias de alto rendimiento. Buenos Aires será este año una de las sedes clave del Premier Pádel, y se espera que el evento sea uno de los más vibrantes de la temporada.
Emiratos Árabes: lujo, exclusividad y pádel
Dubái ha transformado el pádel en una experiencia de lujo. Las pistas están ubicadas en resorts, rascacielos y clubes exclusivos. Los torneos ofrecen premios millonarios y atraen a celebridades internacionales. En 2025, varios jugadores top han firmado contratos para residir en Emiratos durante parte de la temporada, aprovechando la infraestructura y el poder mediático que ofrecen estos eventos.
Estados Unidos: el gigante que se despierta
Aunque Estados Unidos ha tardado en subirse al tren del pádel, en 2025 ya es imposible ignorar lo que está ocurriendo. En ciudades como Miami, Nueva York y Los Ángeles, se han abierto decenas de clubes nuevos. Pero lo más llamativo es la creación de una liga profesional con franquicias, al estilo de la NBA, que está atrayendo la atención de medios y patrocinadores. El potencial comercial es enorme, y se espera que en pocos años EE. UU. se convierta en uno de los referentes mundiales.