Dos jugadoras de experiencia, buena técnica y, sobre todo, capacidad de sacrificio y sufrimiento en la pista. Marta Marrero y Virginia Riera se unían para darle una nueva oportunidad a sus carreras, sobre todo en el caso de la canaria (tras su aventura de ser madre), pero no han tenido los éxitos esperados.
Su combinación de pádel agresivo y trabajo no ha dado los frutos que tenían pensados y los torneos han ido pasando, uno detrás de otro, sin haber conseguido terminar de explotar sus virtudes y de obtener una victoria importante que les dé empuje y refuerzo.
Así, Bélgica ha sido la estación de destino en la que se han bajado del mismo tren, y a partir de ahí tomarán vías diferentes con otras compañeras a la espera de encontrar mejores números en el segundo trimestre de competición.