Es Ángela Caro una de esas jugadoras que, aunque no ha atraído numerosos focos por no haber estado en la parte más alta del ranking, siempre ha contado con el cariño y respeto de sus compañeros. Cercana, simpática, amable y siempre con una sonrisa, dispuesta a ayudar y una trotamundos del pádel entre su Zaragoza natal y Madrid.
Muchos viajes, compromisos, victorias y derrotas, pero siempre con esa sonrisa que le caracterizaba y dispuesta a ayudar a quien lo necesitara, prueba de ello han sido las innumerables muestras de cariño que ha recibido en redes sociales tras anunciar su retirada.
Porque Ángela Caro cuelga la pala, y lo hace despidiéndose desde el puesto 46 del ranking, con mucha ambición por la etapa que tiene delante, por sus nuevos objetivos y, sobre todo, por un futuro en el que seguirá al lado del pádel amateur, enseñando seguramente en las pistas como lo ha hecho hasta ahora a tantos jugadores y jugadoras.
Este que escribe (por mucho que la profesión pida objetividad a la hora de contar noticias) tuvo la suerte de conocerla y hacerle una entrevista, precisamente en Zaragoza, hace ya unos cuantos años, y desde ese momento se dio cuenta que era una persona con aura especial, una jugadora diferente por lo que da fuera de la pista, siempre cercana y con la mano tendida, humilde y trabajadora.
Desde aquí, te deseo lo mejor, Ángela, que el futuro sea aún más brillante que tu ya pasado en la competición y, como bien dices, aunque »se cierra una etapa», todo lo que está por venir será magnífico.
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